La diosa Minerva

Minerva

Para continuar con este repaso de las diferentes mitologías, más precisamente de la romana en este caso, continuaremos con las diferentes diosas que adoraban, o al menos creían los antiguos romanos. Ya hemos descrito a la diosa Venus, y esta vez será el turno de la divinidad Minerva. Minerva es la diosa de la Guerra y del Olivo. Se trata de la hija de Júpiter, el dios principal para los romanos, o más conocido como dios de dioses, y de Metis, una ninfa que era dueña de una belleza y un carisma verdaderamente notable.

La historia romana cuenta que el dios Júpiter, se había fijado en Metis, y así se la tragó para demostrarle su amor, pero luego de hacerlo comenzó a sufrir terribles dolores de cabeza. Entonces le pidió a Vulcano, el dios del fuego y de los metales pesados, que le pegara con un hacha para abrirle el cráneo y ver que le pasaba. Luego de que Vulcano accediera a semejante pedido, de la cabeza de Júpiter nació una mujer perfectamente formada y protegida. este fue el origen y nacimiento de la diosa Minerva.

Además de ser la diosa de la guerra, Minerva es la divinidad del Olivo, categorí que le surgió luego de una pelea entre ella y Neptuno. Es así que los dioses del Olimpo se juntaron todos para saber quién sería el protector de la futura ciudad de Atenas. Entonces se acordó que se encargaría de esto, quien consiguiera darle el regalo más útil a la ciudad. La diosa Minerva le ofreció un olivo mientras que Neptuno le entregó un caballo. Por supuesto que el olivo fue el más útil ya que les permitiría a a los hombres vivir mejor. Por eso ella se convirtió en la protectora de Atenas, que llevó su nombre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *