El mundo de los muertos según la mitología griega

Inframundo

El inframundo o Hades como se lo conocía en la mitología griega, era un mundo muy bien organizado que poseía escalas jerárquicas y diferentes lugares un tanto extraños. En esta especie de infierno había reyes, un palacio, un tribunal, siervos y hasta leyes, entre otras cosas. Además una especie de plaza o parque era lo que dividía el Tártaro, lugar donde las almas de los delincuentes estaban condenadas a sufrir, de los Campos Eliseos, zonas donde las buenas almas disfrutaban de la felicidad.

Todas las almas de los muertos eran trasportadas por el dios de la muerte, Tánatos, por su hermano Hipnos, dios del sueño, o por Hermes, el mensajero de los dioses. Así descendían al inframundo por las gargantas del Río Estige, el cual tenía su desembocadura en el Aqueronte, ese río infernal que costeaba al Palacio de Hades. Luego de llegar allí las almas debían ingresar al palacio por una puerta que estaba vigilada por Cerbero, el inmenso perro de tres cabezas.

Dentro del Palacio estaba el tribunal compuesto por tres jueces que eran los encargados de enviar a las almas por tres senderos diferentes dependiendo de los actos que tuvieron las mismas durante su vida. Por el primer sendero se llegaba a la llanura de Asfódelo, donde quedaban los mediocres. El segundo camino se dirigía a los Campos de Eliseos, donde iban los afortunados, y el último de los senderos era el que tenía como destino el Tártaro, que vendría a ser lo que conocemos como Infierno.

De esta manera el tribunal se encargaba de juzgar a los muertos y a la vez administrar justicia, para que dependiendo de sus actos en vida, cada alma tuviera en la muerte aquello que le correspondía.

One comment

  1. mola tu blog! 😉

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