Según dicen todo, absolutamente todo influye en la vida y obras de un artista. Tal es así que las obras de Benito Quinquela Martín, quien es considerado uno de los pintores más populares de Argentina, se centraron en las actividades cotidianas que se daban en el puerto de Buenos Aires, lo que se debió a la fuerte influencia que sintió ya desde niño cuando, por problemas económicos debió trabajar allí cargando bolsas de carbón.
Comenzó a crear dibujos, inspirado principalmente en las escenas y colores que supo observar en el puerto. Tal vez lo mas curiosa sea que Quinqela Martín utilizaba técnicas intuitivas dado que no conocía las características mas básicas del dibujo, y es por eso que sus primeras obras resultaban bastante rudimentarias y hasta incluso torpes, al utilizar solo carbón y lienzos de madera como elemento de trabajo.
Quienes lo criticaron mucho aseguraban que debido al amor especial que tenía Quinquela por el barrio de La Boca, siempre pintaba sobre eso, siendo completamente monotemático e incapaz de pintar sobre otra cosa que no sean las imágenes que desde allí observaba. Sin embargo el artista siempre se sintió orgulloso de eso.
Tenía una técnica de pintura muy rápida, ágil y fuerte en cada trazo. Con su espátula demoraba muy poco tiempo en crear un cuadro pero lo que si le llevaba muchas horas era idearlo. Partía de un solidó conocimiento de su medio, de su atmósfera y de la dinámica del paisaje que iba a ilustrar, y luego con carbonilla hacía un bosquejo que después rellenaba con su herramienta predilecta, la espátula.
Dentro de la innumerable cantidad de temas para pintar, que existían en su barrio, él siempre eligió el trabajo, lo que puede atribuirse a sus comienzos como carbonero, que le hicieron dar cuenta de las dificultades que tenían los trabajadores, y así quiso reflejarlas en sus cuadros.
