Los libros litúrgicos que Napoleón no encontró

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En 1978 las revolucionarias tropas francesas encabezadas por un joven Napoleón Bonaparte invadían Italia, mas precisamente Roma, y se disponían para arrasar y saquear todo lo que había en los estados pontificios. Es por eso que el Cardenal español Francisco Antonio Lorenzana, el heredero del Rey Carlos IV ante la Santa Sede, quien consiente del peligro que corrían los tesoros ligado al papado, consiguió rescatar numerosos códices litúrgicos procedentes de la Sacristía de la Capilla Sixtina.

Luego de esto Lorenzana había enviado los libros a Toledo, los cuales finalmente terminaron en la Catedral Primada en su mayoría, mientras que otra parte de ellos fueron para la colección Borbón – Lorenzana (Biblioteca de Castilla- La Mancha), y otros tres en la Biblioteca Nacional española.

Ahora por primera vez en toda la historia se expondrán de manera conjunta, los 40 libros de sacristía que fueron rescatados de Roma en el año 1798. Esta colección de obras sagradas en las que cada uno de los papas y cardenales a lo largo de varios siglos fueron anotando sus tareas litúrgicas, volvieron a reunirse en esta exposición denominada “Códice de la Capilla Sixtina” , muestra que será inaugurada el martes en la Biblioteca nacional de España.

Estos libros están datados entre los siglos XI y XVIII y han sido de manera formidable en la BNE. Es que su estado estaba tan conservado que esta restauración solo consistió en limpiarlos un poco y quitarles el polvo, pero nada mas. Su contenido es algo interesantísimo, mientras que el diseño, y sus colores se asemejan mucho a varios comerciales publicitarios que se pueden apreciar en la actualidad. Esto se debe, según la experta en religión, Elisa Ruiz, a que la palabra de Dios debe tener excelencia.

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