Literatura precolombina: Literatura náhuatl

La literatura náhuatl se ha encontrado en diversos códices

En el territorio mexicano, la civilización se basó en las aportaciones de distintos pueblos de lengua náhuatl, de los cuales los primeros fueron los toltecas. En el siglo XIII irrumpieron, procedentes del norte, los aztecas, que intalaron su capital en Tenochtitlan, ubicada en lo que a la postre sería la ciudad de México. A pesar de la tardía aparición de los aztecas, su contribucuón a la civilización mexicana precolombina fue de enorme valor, ya que realizaron una gran simbiosis cultutal con os pueblos vecinos y los que os habían precedido.

La literatura náhuatl tenía como principal forma de expresión la poesía, enla que estabn compuestas obras de tipo épico-religiosas y líricas. Se hallaba, como todas las literaturas en que no se ha desarrollado una fase escrita estrechamente vinculada a la danza y e canto. En cuanto a las características de su estilo, ofrecía un abundate recurso al paralismo, al estribillo y al uso de llamativas palabras-bisagra, las cuales, al repetirse, servían para ligar distintas partes del poema. Otro rasgo muy peculiar de las expresiones de la poesía náhuatl era su trasfondo esotérico, que las hace tener en muchos casos un doble significado.

Los temas de la poesía épico-religiosa eran fundamentalmente los concernientes a la rica mitología de esos pueblos: los dioses, la creación del hombre y del mundo, y la conmemoración de los héroes y guerreros. Los dioses aparecían crueles y airados, salvo Quetzalcóatl, divinidad benefactora de la humanidad. Según la tradición azteca, la historia del mundo se dividía en cinco edades, o cinco soles, de las cuales las cuatro primeras fueron llamadas por los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. En cada era florecía la vida, pero todas terminaban en una catástrofe: el sol tierra por un terremoto; el sol fuego por una lluvia de lava; el sol aire por los huracanes; y el sol agua por un diluvio. La última era correspondía al sol en movimiento, astro al que Quetzalcóatl había dado la fuerza para desplazarse.

Netzahualcoyotl, el rey-poeta:

Igual que cada edad estaba condenada a terminar, toda la poesía náhuatl tenía un sentimiento profundo de limitación y transitoriedad, lo que le confería un singular atractivo derivado de su tinte dramático. Se conocen los nombres de muchos poetas aztecas. El rey-poeta Netzahualcoyotl de Texcoco y Tlaltecatzin de Telatzinco, y Axayácatl, señor de Tenochtitlan, compusieron tristes cantos sobre el paso del hombre por la tierra y las limitaciones que impone la muerte. Frente a ésta, aparece como un ancla en la vida la amistad, a la que ensalzaron muchos autores, entre los que se encuentran Netzahualpilli, sucesor de Netzahualcoyotl, Cuacuauhtzin de Tepechtan y Cuetzpaltin de Tecamachalco.

La literatura náhuatl en prosa está representada principalmente por textos didácticos, que están cargados de acentos morales, pero también los hay históricos y religiosos. El teatro del que apenas quedan restos, se presentaba bajo la forma de baile, canto y pantomima.

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