Literatura moderna de Rusia: Inicio del siglo XX

Premio Nobel de literatura en 1933 Iván Bunin fue de los novelistas más destacados de inicio del siglo XX

En la prosa, uno de los autores que más atraían la atención del público en los comienzos del siglo fue Máximo Gorki, representante de la tendencia proletaria y augur de la revolución. Aparte de sus primeras novelas —especialmente «Mat» (1906; La madre)— su obra más impresionante fue su trilogía autobiográfica; «Dietstvo» (1913; Infancia), «V liudiaki» (1915-1916; Entre los hombres) y «Moi universiteti» (1923; Mis universidades). Otros destacados novelistas, todavía en la línea del realismo crítico, fueron Vladímir Korolenko, Alexandr Kuprín e Iván Bunin, este último ganador del Premio Nobel de literatura en 1933.
En este período, la poesía conoció un nuevo florecimiento. La corriente más importante fue la del simbolismo, iniciada en Francia el siglo anterior. El líder y teórico de esta tendencia en Rusia fue Vladímir Soloviov, filósofo y poeta. Los simbolistas consideraban que la realidad del mundo era sólo expresable a través de símbolos y en ellos se observaba una tendencia a la evasión y lo metafísico. Otros destacados poetas de la corriente fueron Valeri Briúsov, Fiódor Sologub, Andréi Bieli y Konstantin Balmont. Del simbolismo se desprendió un grupo denominado acmeísta, que prestaba más atención al cuidado del estilo y la claridad de la expresión. La figura más sobresaliente fue Anna Ajmátova, muy popular por su sensitiva y conmovedora lírica, pero que fue perseguida en tiempos de Stalin.

El movimiento poético más revolucionario fue el del futurismo, ya ligado a la vanguardia. Su manifiesto, publicado en 1912, llevaba el título «Poschóchina obschéstvennomu vkusu» (Bofetada al gusto público). Los futuristas hacían todo tipo de experimentos con el lenguaje, pues consideraban que las formas tradicionales eran inexpresivas en la sociedad tecnológica. Uno de sus principales representantes fue Vladímir Maiakovski, que se alió a la causa bolchevique, aunque posteriormente mostró su desencanto por la burocracia soviética.

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