Impresionismo, más representantes y sus afinidades con otras artes.

En España Darío Regoyos fue uno de los personajes más destacados de la escuela impresionista

Pierre-Auguste Renoir se caracterizó por un colorido vibrante y luminoso, lleno de sensualidad, que aplicaba preferentemente a las figuras, sobre todo a los desnudos femeninos, cuya piel se convertía en el objeto receptor de la luz filtrada a través de los árboles. Su arte expresó siempre la alegría de vivir, desde el «Baile en el Moulin de la Galette» de 1876 a las bañistas de su última etapa.
Entre los restantes grandes maestros del grupo inicial, Camille Pissarro, que creó un tipo de paisaje equilibrado y apacible, estructurado por árboles, tejados y caminos, y Alfred Sisley, atento siempre a los juegos de la luz, fueron quizá los que mantuvieron una trayectoria más afín a los principios y temas impresionistas originales.
Fuera de Francia, por otra parte, el impresionismo alcanzó también gran difusión. Entre las escuelas más notables cabe citar la alemana, con LovisCorinth y Max Liebermann, la británica, en la que destacaron Walter Sickert y Wilson Steer, y la española, con Darío de Regoyos, Aureliano de Beruete, Santiago Rusiñol y, más tardíamente, Joaquín Sorolla.
El impresionismo, de cualquier forma, no fue sólo un movimiento o una escuela, sino un punto de inflexión en la evolución de las concepciones estéticas. De él partieron los grandes maestros postimpresionistas, germen de los movimientos pictóricos surgidos a principios del siglo XX, y a partir de él, en suma, la pintura occidental se vio libre de la necesidad de establecer relaciones predeterminadas entre el artista y sus temas.

Movimientos afines en otras artes.

Claude Debussy fue el principal representante de la música

Por afinidad con el impresionismo pictórico se hizo común definir como «impresionistas» a determinados autores o corrientes estilísticas surgidas en otras artes. En el terreno de las letras, por ejemplo, no existió propiamente una escuela o grupo así denominado, pero resulta común en la crítica literaria aludir a «técnicas impresionistas» en la descripción de ambientes, situaciones, paisajes, etc.
La música europea sí contó con un movimiento llamado «impresionista», cuyo principal representante fue el francés Claude Debussy. No puede, sin embargo, hablarse de una técnica musical similar a la empleada por los pintores, aunque cabría relacionar el sentido colorista, la fascinación por los sonidos puros, la tonalidad ambigua, y la integración totalizadora de melodía y acompañamiento. Otros compositores impresionistas fueron el francés Mauricc Ravel, el italiano Ottorino Respighi y el polaco Karol Szymanowski.

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