Historia de Roma: Los Sempronio Graco

 Tibero y Cayo Sempronio Graco

Tiberio y Cayo Sempronio Graco quienes sin quererlo dieron inicio al turbulento último siglo de la República.

                  En el año 134 ac, fue elegido tribuno de la plebe Tiberio Sempronio Graco. Desde esta posición propuso una serie de leyes y medidas que consistían en la confiscación y compra de tierras por parte del estado para distribuirlas entre los ciudadanos más pobres. Aparentemente varios de los grandes terratenientes habían amasado sus fortunas explotando tierras que en teoría eran del gobierno. Estas leyes limitaban la cantidad de tierras estatales que podían ser explotadas por cada particular. Sin embargo no le quitaban directamente las tierras a su explotador sino a que su muerte, se repartía entre los hijos respetando el máximo establecido y lo que sobrara pasaría a repartirse entre los sectores más perjudicados. 

               Estas propuestas estaban lejos de ser revolucionarias ni de terminar con los problemas sociales de Roma. De hecho anteriormente se habían tomado medidas similares, pero esta vez una serie de factores complicó el panorama. En primer lugar la situación social era de por sí bastante tensa, los senadores temían que Sempronio Graco usara estas medidas para ganar popularidad y suspender la legalidad republicana, sospechas basadas en su oratoria populista pero que nunca sabremos si eran fundadas. Graco tuvo una enorme oposición, liderada por su primo adoptivo Escipión Emiliano, detrás de él había republicanos preocupados porque se concentrara demasiado poder en un solo hombre, ambiciosos políticos que querían hacer carrera a costa de oponerse a figura política del momento y ricos hacendados que no querían perder sus privilegios.

                    Tiberio Graco logró que su ley fuera aprobada mediante comicios populares a pesar de la negativa del senado. Práctica legal pero cada vez menos común. Los senadores no tuvieron el coraje de derogar una ley aprobada popularmente y la aceptaron de mala gana. Sin embargo fue aprobada finalizado el periodo de Graco como tribuno de la plebe, quien volvió a postularse para asegurarse de que la ley se aplicara a pesar de que la reelección era ilegal. En el verano de 133ac, era tiempo de elecciones y el ambiente en las calles de Roma era especialmente tenso, por un lado los partidarios del senado escandalizados porque Sempronio Graco intentaba actuar al margen de la constitución, mientras sus propios partidarios creerían que era imperativo llevar las reformas fuese como fuese. Se decretó la ley marcial, pero los disturbios callejeros se expandieron por toda la ciudad. Tiberio Graco murió en uno de estos incidentes, aparentemente asesinado a garrotazos por miembros del senado. Sin embargo sus leyes no fueron derogadas, el gobierno las aplicó tan sólo en algunos casos y no lograron entonces el impacto deseado.

                 Diez años después, en el año 123ac, su hermano Cayo Sempronio Graco es elegido tribuno de la plebe. Intenta revitalizar la obra de Tiberio. Con este fin logra aprobar varias leyes entre ellas una que permitía la reelección de los tribunos de la plebe. Contaba con una asombrosa habilidad política que le permitió avanzar en sus proyectos mucho más de lo que había llegado su hermano. Logró entre otras cosas limitar el poder del senado a favor de las asambleas populares y organizar una colonia de agricultores en la antigua Cartago.

              Cuando en el año 121ac planeaba presentarse en tercer año consecutivo como tribuno de la plebe, sus opositores supieron manipular las asambleas populares en su provecho. El talón de Aquiles de Cayo Sempronio era una propuesta de ley que le daba el status de ciudadanos a todos los italianos, si bien se trataba de un proyecto justo, los ciudadanos romanos temían perder de esa forma parte de sus privilegios. También criticaron la colonia en Cartago, ya que se estaba ignorando la maldición sagrada que se había echado sobre el tradicional enemigo de Roma. Cayo Graco debió regresar y no fue reelecto como tribuno, nuevamente estallaron los disturbios populares. Con una recompensa por su cabeza y a punto de ser alcanzado por un grupo de opositores, Cayo Sempronio Graco ordenó a un esclavo que le diera muerte en un intento de calmar de esta forma la violencia.

                    La paz se restableció al caer la noche y varios de los partidarios de Graco fueron ejecutados por traición. Sin embargo lejos de ser el último capitulo de violencia dentro de las calles de Roma, los hermanos Graco sin quererlo habían dado inicio a un siglo sangriento que terminaría recién en el 27ac.

One comment

  1. Los Graco fueron víctimas de la voracidad de los ricos y la falta de conciencia de sus intereses por parte de los desposeídos. Fueron calumniados por sus enemigos cuando vivos y después de muertos. Igual suerte corrieron luchadores por los intereses de los pobres, como Rienzi, Robespierre, Graco Babeuf y otros.
    W.R.Zaldúa

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