Civilización Maya: cultura y sociedad

Juego Maya

Finalmente hemos llegado a la descripción de las sociedades Mayas y sus creencias . En base a lo primero diremos que este pueblo antiguo, poseía una elite social compuesta por los sacerdotes y los nobles, los cuales residían en la ciudad y también eran religiosos. Por su parte los campesinos, habitaban en las zonas rurales que quedaban cerca de la parte mas urbana de la civilización. Para vivir, su actividad principal era la agricultura, por lo que muchas veces arrasaban con partes de las selvas para poder cultivar allí.

Entre los elementos mas importantes que cosechaban se encuentran el maíz, el algodón y el cacao. Este último producto era sin duda el más importante de todos, tanto que hasta fue utilizado como moneda. Un dato bastante importante es que en la cultura Maya existía la esclavitud. De hecho, los esclavos eran los encargados, junto con los campesinos, de construir las inmensas pirámides y templos.

Además uno de las principales tradiciones de esta civilización era el juego de pelota, aunque si bien tenía algo en común con lo que hoy en día se conoce como fútbol, el capitán del equipo que perdía era decapitado por los rivales vencedores. En cuanto a las creencias, los Mayas pensaban que antes de este mundo habían existido otros, los cuales habían sido extinguidos por catástrofes naturales. Para ellos el universo estaba dividido en tres partes, algo que es casi idéntico a lo que profesa la religión Católica actual: el Cielo, la Tierra, y el Inframundo.

De esta manera el cielo tenía 12 capas, la última de ellas hacía contacto con la tierra, y cada una de ellas eran gobernadas por uno de los Oxalahuntikú. Además los Mayas creían que el dios Itzmná era quien gobernaba el cielo en su totalidad, y tenía forma de reptil, mas precisamente de iguana. En tanto el inframundo estaba debajo de la tierra y poseía 9 capas, cada una de ellas dirigida por uno de los Bolontiku o Señores de la Noche. Por último hay que decir que existían otros dioses que reinaban sobre los objetos, tales como el dios del maíz, el de los mercados, etc.

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