Las artes gráficas: Invención de la imprenta

El descubrimiento del papel vino a provocar un enorme cambio en la historia de la humanidad

El papel llegó a Europa en el siglo XII, a través del mundo árabe, y como artículo de importación. Sólo en el siglo XIII los italianos y los franceses estuvieron en condiciones de fabricarlo por sí mismos. Es probable que el acceso al papel permitiera el renacimiento occidental de la xilografía, que ya se había empleado en China, y que consiste en imprimir sobre papel los relieves de una plancha de madera.
Los primeros libros impresos por xilografía aparecieron en el siglo XV. Una versión en metal de la plancha xilográfica, que conformó la técnica llamada metalografía, se desarrolló poco después. Apenas quedaba entonces un paso para la invención —atribuida al neerlandés Laurens Coster— de los tipos móviles y reutilizables, para los que los alfabetos romano y griego —debido a su reducido número de signos— son especialmente adecuados.
Correspondió, sin embargo, al alemán Johanncs Gutenberg, a mediados del siglo XV, el honor de ser el iniciador de los modernos procedimientos de las artes gráficas. La prensa de Gutenberg utilizaba tipos móviles metálicos que llevaban grabadas las letras, los signos de puntuación y los números en una de sus caras, y que, a diferencia de los tallados en madera, podían ser utilizados muchas veces. Los tipos se colocaban uno tras otro, a mano, en una vara de madera que los sujetaba. Las palabras quedaban separadas por un tipo sin relieve alguno y que no imprimía nada. Las líneas así obtenidas se ordenaban en una caja y, después de mojarlas con tinta, se aplicaba sobre ellas una hoja de papel. Una plancha, llamada platina, descendía sobre la caja, por obra de un tornillo, y los caracteres quedaban grabados por presión. El método de Gutenberg era mucho más flexible que la xilografía, producía impresos de más calidad y permitía imprimir ambos lados de cada hoja.

Correspondió a Gutemberg el invento de la imprenta

A lo largo del siglo XVI se produjeron adelantos mecánicos destinados a regular la presión del la platina y a evitar las manchas de tinta que solían aparecer en los impresos. A fines del siglo XVIII se construyó en Gran Bretaña la primera prensa de metal. En la misma época aparecieron en Francia dos nuevos métodos de impresión: la estereotipia y la estereografía, que por distinta vías permitían obtener una plancha de plomo con el texto en relieve. Estas planchas, de las que podían fabricarse numerosos ejemplares, se usaban simultáneamente en varias prensas, multiplicando de ese modo la velocidad de la impresión. Las sucesivas innovaciones técnicas permitieron satisfacer, así, la creciente demanda de material escrito.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *