La práctica del deporte: remontandonos a su historia

En honor de Zeus en Olimpia nacieron las olimpiadas, uno de los eventos que han trascendido a la actualidad

La célebre frase mens sana in corpore sano refleja el hecho de que el hombre siempre ha sentido necesidad de ejercitar su cuerpo para poder alcanzar un equilibrio anímico completo.
En general se consideran deportes las actividades de recreo o competitivas que exigen ciertas dosis de esfuerzo físico o de habilidad. Pueden practicarse tanto de forma individual como colectiva.
Antiguamente tan solo se consideraba deportes a los entretenimientos recreativos al aire libre,como la pesca o la caza, en contraposición a los juegos, competiciones atléticas organizadas de acuerdo con reglas determinadas. La distinción entre deportes y juegos es menos clara en la actúalidad y ambos términos se usan con frecuencia de formas indistinta; se habla así de «jugar» al fútbol o al tenis.

Los antiguos mayas practicaban el juego de pelota, como una especie de deporte y ritual
Es evidente, desde luego, que el objeto primario del deporte es la conservación o incremento de de cualidades físicas como la agilidad, el movimiento o la fuerza. El deporte ayuda también a fomentar ciertas cualidades espirituales, por ejemplo, el valor, la austeridad, la constancia y el sacrificio. No obstante, resulta también patente que la finalidad concreta de toda actividad deportiva organizada está en conseguir marcas —es decir, los mejores resultados posibles en la realización de algún deporte— o en derrotar a un oponente; de ahí la organización de campeonatos o certámenes deportivos que se celebran cada cierto tiempo. Tal dualidad hace que en el mundo moderno resulte difícil establecer los límites del deporte, dada la complejidad alcanzada por el término.
Historia.

Tan importantes eran los juegos olímpicos en la antigua Grecia, que a ttravés de ellos se media el tiempo

Todos los deportes implican un actividad física, y puede suponerse que derivaron de habilidades básicas para la caza. Sin embargo, en cuanto formas de relación social, exhibición de potencia física y entretenimiento, surgieron con el desarrollo de las civilizaciones. Culturas tan antiguas como la egipcia y la china conocían ya algunos deportes, pero estas actividades alcanzanzaron su máximo desarrollo en Grecia.
Antigüedad clásica. De todos los juegos que se celebraban en Grecia, los más famosos eran los Juegos Olímpicos —que tenían lugar en Olimpia en honor de Zeus—. Se realizaban cada cuatro años y ocupaban un lugar tan importante en la vida del país que el tiempo se medía por el intervalo entre ellos. Se practicaban las carreras a pie, el salto de longitud, el lanzamiento de disco y de jabalina y la lucha. No se permitía la presencia de mujeres, ni siquiera en calidad de espectadoras. Los vencedores recibían como premio, simplemente, una corona de laurel y eran tenidos por héroes.
Un factor que influyó decisivamente en la historia del deporte fúe la pelota. Egipcios, griegos, persas, romanos e indios americanos estaban familiarizados con ella. Las primeras pelotas que se utilizaron eran simples vegijas rellenas de aire. Cuando se perfeccionaron las técnicas del trabajo en cuero fue posible hacer pelotas en un amplio surtido de tamaños y formas. Pronto se descubrió como lanzarlas mas lejos y con mayor fuerza por medio de palos o bastones.
Grecia pasó a poder de Roma a mediados del siglo II a.C. y los Juegos Olímpicos dejaron pronto de tener importancia, hasta ser prohibidos por el emperador Teodosio en el 393 d.C. Los romanos eran aficionados a los juegos, pero los acontecimientos atléticos ocupaban un lugar secundario. El publico prefería la exhibición de violencia, en especial la lucha. Los juegos y competiciones tenían por ello un carácter marcadamente militar. La principal diferencia entre la actitud griega y la romana era que los lestejos romanos se consideraban como ludí (juegos), mientras que los griegos, como agones (competiciones). Los griegos organizaban sus juegos para los atletas; los romanos para el publico. Lo primero era ante todo competición; lo segundo, entretenimiento.
Prácticas deportivas desde la edad media al siglo XIX. Tras la caída del Imperio Romano, las prácticas deportivas sufrieron un enorme descenso. Durante la edad media se observó una distinción evidente entre las actividades de las clases altas y bajas. Mientras la nobleza se dedicaba a desarrollar sus habilidades guerreras en torneos y combates, además de practicar la equitación y la caza, el pueblo llano tenia gran afición por los juegos de pelota.
En el Renacimiento siguieron cultivándose las mismas actividades deportivas. Se dio, no obstante, una suavización en la violencia de los torneos, acorde con las nuevas concepciones humanistas.

En la Edad Media la cacería era el deporte practicado por la nobleza

El deporte en el mundo moderno. El deporte como tal renació en Europa en el siglo XIX. La creciente aglomeración urbana de las ciudades propició el deseo de realizar actividades físicas, y la existencia de una población estable hizo posible la organizacion de equipos y competiciones regidos por una reglamentación determinada y supeditados una serie de organizaciones locales o nacionales (federaciones, comités).
Surgieron además nuevos deportes, unos por deseo de mantener el contacto con la naturaleza -esquí, montañismo— y otros a raíz de inventos como la bicicleta o el automóvil. El avance de las comunicaciones, bien por ferrocarril, carretera o avión, favoreció también las asociaciones deportivas en el plano nacional e internacional.
El renacimiento de los Juegos Olímpicos en 1896 impulsó en gran medida la competición internacional. Su artífice fue un francés, el barón
Pierre de Coubertin, que los concibió con carácter aficionado y estableció la célebre máxima «lo importante no es ganar, sino participar».
Los Juegos Olímpicos se organizaron con un Comité Olímpico Internacional responsable de vigilar que el espíritu siguiera siendo el que inspiró su renacimiento y de promover el desarrollo del depone. Además, cada país que deseaba participar en los Juegos Olímpicos debía tener un comité olímpico nacional, cuyo objetivo era el desarrollo y promoción del movimiento olímpico y del deporte aficionado, y que había de ser completamen¬te independiente y autónomo.

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