La historia del pádel

Historia del Padel

Si quisiésemos saber desde que año tenemos indicios sobre el pádel, debemos remontarnos al año 1980.  Aunque parezca increíble lo que vas a leer, estos juegos se usaban en los barcos ingleses, adaptando juegos que ya se tenían, para que los marineros pudiesen divertirse.

Con el tiempo, esta técnica fue adquiriendo popularidad hasta que Frank Beal quiso convertirlo en un juego de tierra, poniéndolo de moda en casi todos los parques de Nueva york. Con el tiempo, este juego se empezó a comparar con el tenis y de hecho, durante mucho tiempo tuvo el mismo nombre, pero poco a poco, se empezó a ver el pádel como un juego con estilo propio, que también merecía un nombre propio.

Cuando llegaba el invierno, jugar este deporte se dificultaba mucho, ya que se solía jugar al aire libre, y no fue hasta 1928, que Fesseden Blanchardy y James Cogswell pensaron en la posibilidad de jugar dentro de “canchas de pádel” para resguardarse tanto del frío como de la lluvia.  Por esta época, el pádel aún no se conocía como tal y todo el mundo lo llamaba «Plataform Tennis».

Las dos primeras pistas de pádel que se construyen en España, van de la mano de Alfonso de Hohenlohe en 1974, en Marbella.  Tras construir las dos primeras pistas de pádel, empieza a promocionar este nuevo jugo que había conocido en uno de sus viajes (a México) entre todos los amigos que tenía en la jet set, convirtiendo así, este juego que se jugaba en las calles inglesas, en el nuevo juego de los ricos españoles.

Tan sólo un año después, el conocido juego cada vez iba ganado más fans llego a argentina, de la mano de un millonario de buenos aires que visitaba España.

A día de hoy, el pádel se sigue extendiendo por muchos países como Brasil, haciéndose muy famoso allá donde va, aunque evidentemente hay muchos aspectos que han cambiado, por ejemplo, en la foto podemos ver una de las primeras palas, y si nos fijamos como son hoy en día el cambio es abismal (aquí podéis ver algunas palas de padel en PadelStar)

Hoy, se puede disfrutar de una jornada de pádel en cualquier club deportivo español, sobre todo en las ciudades principales como Madrid o Barcelona.

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