Impresionismo: Su inicio, creadores y «bautizo»

 El movimiento impresionista tiene su origen a finales del siglo XIX

El último tercio del siglo XIX presenció el surgimiento del impresionismo, movimiento pictórico desarrollado fundamentalmente en Francia, que observaba la naturaleza y sus efectos de modo nuevo y revolucionario.
El impresionismo no era en realidad un movimiento organizado, ni tenía un planteamiento teórico específico. Estaba constituido por un grupo de pintores que coincidían en su deseo de reflejar los aspectos instantáneos y cambiantes de la realidad, sobre todo en términos de pura luz, y en su rechazo de la preceptiva académica. Entre sus antecedentes directos cabe citar a paisajistas anteriores, como los franceses Camille Corot y Eugéne Boudin, el holandés Johan Barthold Jongkind y el británico William Turner, así como al maestro del realismo, el francés Gustave Courbet, quien aconsejaba a los jóvenes impresionistas: «pintad lo que veáis». No obstante, el impresionismo nació también como reacción frente a la sólida estructura compositiva de la pintura realista, aunque muchos de sus miembros habían estado sometidos a su influencia.

Génesis del movimiento.

Los pintores impresionistas, rechazados o acerbamente criticados en los salones oficiales, realizaron ocho exposiciones conjuntas desde 1874 a 1886, y a menudo se reunían para pintar en el campo o mantenían tertulias en los cafés de París. Los principales exponentes de esta tendencia fueron todos ellos franceses: Édouard Manet, Claude Monet, Camille Pissarro, Pierre-Auguste Renoir, Alfred Sisley —de ascendencia británica— y Edgar Degas. Al grupo pertenecían también Berthe Morisot, Armand Guillaumin y Frédéric Bazille. Édouard Manet, que había desarrollado su carrera independientemente desde la década de 1860, fue en muchos aspectos un precursor. Otros maestros, como Paul Cézanne y algunos artistas más jóvenes, se incorporaron al impresionismo durante cierto tiempo, pero mantuvieron su independencia y evolucionaron hacia estéticas más personales que desarrollaron y trascendieron el procedimiento impresionista, a menudo desde un mayor intelectualismo. Cabe citar entre ellos a los franceses Paul Gauguin, Paul Signac y Georgcs Seurat, y al holandés Vincent Van Gogh, definidores del postimpresionismo.
El término «impresionismo» surgió en un comentario periodístico a la primera exposición, de 1874, en la que el título de un cuadro de Monet, «Impresión, sol naciente», que mostraba los reflejos solares sobre el agua, sugirió al crítico Louis Leroy, en tono de burla, esa denominación para el grupo.

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