Historia de las órdenes religiosas. Parte III, Ordenes religiosas militares

Durante las cruzadas inició la creación de las órdenes militares

Nacidas en tiempo de las cruzadas, las órdenes religiosas militares tuvieron gran importancia en la defensa y expansión de las tierras cristianas a lo largo de la edad media. Algunas se mantuvieron en épocas posteriores, reducidas a un plano honorífico.

Los miembros de las órdenes militares hacían votos de pobreza, castidad y obediencia, que aunaban con el servicio de las armas en beneficio de la cristiandad. El ideal caballeresco de protección al débil se sumaba en ellas al ascético de las órdenes religiosas. Cada orden estaba gobernada por un gran maestre, sometido directamente a la autoridad del papa y asistido por un reducido consejo.
La orden militar de los caballeros del Templeo o templarios fue establecida en Jesusalén a comienzos del siglo XII por Hugues de Payns. Su regla fue elaborada por san Bernardo en 1128. Se componía de caballeros, clérigos y escuderos. Su misión fundacional fue la protección y guía de los peregrinos que acudían a tierra santa. Ante el éxito obtenido por los templarios, la orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, que se había dedicado a la atención de enfermos y poseía numerosos hospitales bien organizados, amplió su campo de acción, bajo la dirección de su maestre Raimundo de Puy, a la protección armada de los santos lugares. Una tercera orden, la de los caballeros teutónicos, fundada a las puertas de San Juan de Acre en 1190 para prestar asistencia a los peregrinos, se convirtió pocos años más tarde en orden militar.

La órden de los templarios fue la más difundida, extendiendose en toda Europa y obteniendo gran poder y riquezas

Los caballeros templarios portaban una capa blanca con una cruz roja; los hospitalarios ser cubrían con una capa negra con una cruz de color blanco, y llevaban cota roja en tiempo de guerra; los caballeros teutónicos se distinguían por su capa blanca con cruz negra.
El éxito obtenido por las órdenes militares en la defensa de los reinos y señoríos creados por los cristianos en tierra santa en ocasión de las cruzadas motivó que su organización y actuaciones a extendieran por toda Europa y fueran imitadas en algunos países.
La península ibérica, cuya mitad meridional estaba todavía ocupada por los musulmanes, conoció el florecimiento, a lo largo del siglo XII, de las órdenes de Avís, Alcántara, Calatrava y Santiago, que tuvieron un papel relevante en el avance de las armas cristianas hacia el sur.
Las actividades guerreras proporcionaron a las órdenes militares grandes posesiones territoriales y riquezas, y las convirtieron en potenciales competidoras de reyes y señores feudales europeos. La orden del Temple, cuyo secretismo interno y rituales de iniciación levantaban sospechas de brujería y herejía, utilizó con frecuencia sus riqueza para otorgar préstamos y practicar la usura, lo que le creó numerosos enemigos. En 1312 tue condenada a la desaparición por el papa Clemente V a instancias del rey trances Felipe IV, deseoso de fortalecer el poder real y codicioso de las riquezas templarías, que fueron confiscadas. En el momento de su desaparición, los templarios estaban en la cumbre de su poder, con posesiones en toda Europa cerca de 20.000 miembros. El episodio del exterminio de los caballeros templarios ha dado origen a la leyenda de que sus rituales y sabidurías esotéricas se han perpetuado a lo largo de los siglos por medio de sectas secretas.

Espadas templarias: El poder templario fue tal que incomodó a reyes y a la propia Iglesia

La contraofensiva musulmana en tierra santa culminó con la conquista de la fortaleza de San Juan de Acre por los mamelucos el año 1291, lo que puso definitivamente fin a la presencia de los cruzados en Palestina. Las órdenes militares hubieron de trasladar MIS sedes a otros países. Así, el gran maestre de los caballeros teutónicos se estableció en Venecia. y más tarde en Marienburg.
Un clérigo de Bremen, Albert von Appeldern, al frente de un grupo de cruzados, fundó la ciudad de Riga en el Báltico oriental, y creo la orden de los Hermanos de la Espada con el propósito de cristianizar por la fuerza a los pobladores del país. En 1237, los Hermanos de la Espada se unificaron con la orden teutónica, lo que originó un periodo expansivo que puso en poder de los caballeros teutónicos las tierras bálticas desde Danzig (Gdansk) hasta lo que después sería Leningrado. Los territorios lueron sistemáticamente germanizados, en algunos casos mediante el exterminio de la población autóctona pagana y su sustitución por inmigrantes alemanes. El afán expansivo de los caballeros teutónicos los llevó a guerrear contra poderes católicos, como el rey de Polonia, sin demasiados escrúpulos de conciencia.

Los caballeros hospitalarios fueron una de las órdenes militares existentes

Los caballeros hospitalarios trasladaron su sede de operaciones a Chipre, pero al caer la isla bajo el dominio musulmán pasaron a Rodas en el año 1308 y, finalmente, a Malta, donde gobernaron hasta la conquista de la isla por las tropas de Napoleón en 1798. La orden de Malta, denominación que adoptó la de los caballeros hospitalarios durante su estancia en la isla, pervivió hasta el siglo XX, reducida a una corporación nobiliaria.
En el siglo XV, las órdenes militares, faltas de objetivos bien definidos y poseedoras de grandes riquezas, se encontraban en plena decadencia. Alberto de Brandeburgo, gran maestre de los caballeros teutónicos, se adhirió a la Reforma protestante en 1525 y convirtió los territorios bálticos de su orden en un gran ducado hereditario. Los gobernantes de los diversos países que se adhirieron al protestantismo suprimieron las órdenes militares en sus territorios y confiscaron sus bienes. En los países que continuaron siendo católicos, la creciente autoridad real puso a su servicio las órdenes, como hicieron los Reyes Católicos en Castilla y Aragón. En el mundo contemporáneo la pertenencia a las órdenes militares constituye un título honorífico sin contrapartida material.

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